martes, 23 de febrero de 2010

De todo un poco

Porque existen recuerdos, situaciones, acontecimientos, personas, que más que
huellas han dejado heridas en el alma y se convierten en la piedra en el
zapato
que no nos deja avanzar puesto que duele y lastima cada vez que intentamos
caminar… es necesario aprender a perdonar?
¿Y qué es el perdón?... es como una medicina que sana el dolor del alma,
es un sentimiento que devuelve la esperanza, es el milagro que renueva o restaura,
es la magia que nos permite recordar sin sufrir, y muchas veces olvidar aquello
que tanto nos hizo llorar, nos robó el creer,
en el amor, en la amistad, con la vida,
en uno mismo o en los demás…

Para poder renovar nuestro interior, es preciso liberar de toda culpa,
aprender a descubrir y experimentar todo el cariño que encotramos a nuestro alrededor,
en él, en ella...
ese descubrimiento es casi como volar pero sin alas

Hay casos en los que nos cuesta reconocer, que es a nosotros mismos a los que
debemos perdonar; porque nos culpamos de muchas de las cosas que pasan a
nuestro
alrededor, juzgamos muy severamente nuestros errores, nos atormentamos por lo
que dejamos de hacer o hicimos mal;
todas esas historias de amor y amistad
que no lograron terminar de escribirse o que tuvieron un triste final… y nos
quedamos estancados en el pasado sin poder avanzar; negándonos la oportunidad
de empezar de nuevo, liberarnos, restaurar, renovar…

Perdonarnos, es ser capaces de aceptar e indultar nuestra propia humanidad;
pasar la hoja, atrevernos a escribir un nuevo capítulo de nuestra historia
personal.

Para encontrar la paz del alma, hace falta perdonar también a los demás; la
palabra que dolió, la traición que golpeó, la acción que la vida destrozó, el
abandono que dejó vacíos internos, la omisión, la indiferencia,el cansancio, la fragilidad humana del otro que tanto hirió, que robo el creer en el amor, en la amistad, aún en el mismo perdón…

Perdonar al otro es liberarnos de sentimientos que causan mucho más dolor;
porque nos encasillan en hechos que ya pasaron, en tormentas que cesaron, en
diluvios y terremotos que aunque arrasaron con lo mejor de nosotros mismos, no
todo se lo han robado; porque mientras nuestro corazón siga latiendo, tenemos
la
oportunidad de seguir viviendo, restaurando lo que está destruido, renovar el
corazón herido, devolviendo la fe y la paz que se había perdido…

El perdón sale de nosotros mismos, de nuestra capacidad de amar, de volver a
empezar…

Perdonar es empezar de nuevo, amar con tanta intensidad que hagamos del perdón
el milagro que restaure nuestra vida, le devuelva la paz y la esperanza
perdida;
y nos llene de fuerza y fe para hacer nuestros sueños realidad….

Por ello, revisa tu interior y piensa: ¿Qué te hace falta perdonar? ¿Qué te
impide avanzar?... ¿Estás listo para empezar de nuevo, reparar, restaurar,
renovar?...

2 comentarios: