martes, 2 de junio de 2009

Pasado presente: cosas que nunca cambian

Me acabo de reencontrar a mí misma. Por un momento me he sentido atrapada en el tiempo para, poco a poco, entender que no es que estuviera perdida ayer y hoy sino que hay cosas que nunca cambian: soy yo; es que yo soy así. No tiene nada de malo.

Y es que, hoy, rebuscando entre papeles viejos, he encontrado este intento de soneto que escribí hace 3 años



Estoy cansada de tanta lucha,

cansada de forjar un futuro que no es el mío.

A veces pienso que todo no vale nada,

y que casi todo está ya escrito.



Pero es esa lucha la que me eleva

hasta alcanzar un punto indefinido,

unos días lo rozo, otros se aleja;

mas casi siempre parece infinito.



La vida no es la misma para los mismos,

la vida es extraña,

la vida es la lucha de quien salva



sus días buscando un sitio

donde decir sus cosas

aunque otros las hayan dicho.



Es infantil y barroco, sí, pero era yo, así era yo. Y así soy.

Hay cosas que nunca cambian.

5 comentarios:

  1. Fuego.
    Cohetes en el cielo.
    (Lo siento, no me he podido resistir, y eso que es una rima que venía en mi libro de 1º de EGB y nunca volví a ver o a oir en ninguna parte).

    Me resulta curioso y es bueno que no reniegues de lo que has sido y eres. En mi caso, cualquier tiempo pasado fue peor y nunca me gusto en la distancia. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  2. Pues yo he encontrado cosas que no he soportado y directamente las he tirado. Sí, son parte de mi historia, pero precisamente esa parte no me ha gustado y reniego de ella, aunque quedará impresa en mi memoria el resto de mi vida.

    ResponderEliminar
  3. no me parece ni infantil ni barroco. me parece que eras alguien que ya empezaba a ver de qué iba la cosa desde muy jovencita. y es estupendo que te sigas reconociendo en esas miradas.
    a mí también me pasa. ¿será que no crecemos? ¿o que nacimos viejas? en cualquier caso, siempre hay que seguir aprendiendo

    ResponderEliminar
  4. Conozco la sensación de encontrar viejos escritos, pues no solía tirar ninguno. Ahora me quedan demasiado lejos (3000 km) pero es agradable recordar quién era uno hace x años a través de unos textos. Y es curioso comprobar cuánto queda de aquella persona, cuánto se ha quedado en el camino y cuando ha evolucionado y madurado.

    ResponderEliminar
  5. [...] esconderse la felicidad, que plantearme qué soy, a dónde voy, de dónde vengo sólo me lleva al mismo sitio y que a veces merece la pena abandonarse un poco para ver el [...]

    ResponderEliminar