miércoles, 20 de mayo de 2009

Aquí y ahora

No quiero hacerlo pero si no lo hago aquí y ahora me saldrá vete tú a saber dónde y cuándo:

NO PUEDO MÁS

Ya no tengo ganas de malgastar más energías en esto. Si actúo con naturalidad, ofendo a las primeras de cambio. Si opto por autocontrolarme, ofendo igual. No está a gusto en ningún sitio ni deja a nadie estar a gusto tampoco. Es una guerra constante, un tira y afloja que si juego, malo, y si no juego, más malo todavía. Es agotador.

¿Por qué hay personas que cuando no están felices sólo les consuela que los demás tampoco lo estemos? Es duro, lo sé, me sabe mal decirlo aquí y ahora pero si no lo digo saldrá vete tú a saber dónde y cuándo.

Estoy en casa, quiero disfrutar del encanto privilegiado de estar en casa haciendo lo que me gusta. Por fin puedo escribir, por fin puedo implicarme en los proyectos que tenía parados… Y debería estar feliz pero la verdad es que estoy incómoda (”¿Otra vez con el ordenador?”, “¿No te cansas?” e indirectas similares por lo bajini que me hacen sentir culpable por tener tiempo libre y dedicármelo a mí misma). No quiero caer en esa trampa pero no puedo evitar dejarme atraer por la tela de araña que teje poco a poco, despacio y silenciosamente. Basta dar un paso en falso y ya estás dentro. Sé lo que es porque he vivido asi 22 años.

Lo siento. No quería decir todo esto pero es cuestión de equilibrio: tengo un peso dentro que necesito aligerar y yo suelto lastre escribiendo. Hay quien suelta su lastre sobre los demás.

La verdad es que ya me ha amargado el día, eso ya no tiene remedio. Me siento agotada, triste y harta de todo y, sin embargo, tengo que fingir que me da igual, que paso de todo, que no me afecta nada. Y así solo hago que alimentar su lastre, un lastre que -inevitablemente- volverá a mí. Odio este juego ingrato pero no hay manera de evitarlo: yo no elijo si jugar o no, lo elige ella. Con eso basta.

¿Qué más tengo que hacer? ¿Por qué nunca es suficiente? ¿Seré yo? ¿Seré yo, que no valgo, que no sirvo, que no soy capaz?

¡Y UNA PUTA MIERDA!

…Es fuerte, lo sé, me sabe mal decirlo aquí y ahora pero si no lo digo saldrá vete tú a saber dónde y cuándo.

9 comentarios:

  1. Alamierda, alamierda, ojalá se pudiera decir más veces en voz alta. Qué jodido es cuando hay que callarse. No dejes que su mala ostia, o mala conciencia, o incapacidad para ser feliz se vuelva contra tí. No dejes que te invada.

    ResponderEliminar
  2. No le des jamás a nadie el poder de controlar tu alegría, o tu esperanza. Nadie lo tiene de por sí: nosotros somos tan tontos que se lo otorgamos. Nadie tiene derecho a amargarte, ni a hacer tus días peores, que bastante puta es la vida, nadie tiene derecho a pasarte a ti su amargura, o su desazón, o sus propios fantasmas. Si nadie tiene derecho a hacerlo, y algunos lo hacen, es porque nosotros les concedemos ese privilegio. Así que, ni hablar. No cedas ni un milímetro en esa conquista a veces casi imposible que es vivir…

    ResponderEliminar
  3. Haces bien en echarlo fuera. Escúpelo! Que aquí estamos nosotros para criticar lo que sea. Si te lo guardas dentro crecerá, se pudrirá y te quemará por dentro :S

    A veces por educación no decimos lo que pensamos, pero esa ira contenida sólo nos hace daño. Dímelo a mí que esta mañana quise pegarle unas hostias a una funcionaria de la universidad!

    No te guardes nada, joder!

    ResponderEliminar
  4. Vaya, siento mucho leerte así… El desahogo siempre es bueno, pero es mucho mejor saber cómo desahogarse, y por eso me quito el sombrero ante ti… Nunca me ha gustado que los demás suelten todo lo que llevan dentro haciendo miserables a otros, y si eso es lo que te ha pasado de verdad que lo siento muchísimo, porque no es nada agradable…

    Mucho ánimo, ¿vale?

    ResponderEliminar
  5. tiene razón Dudo. A LA MIERDA. hala, que bien se queda uno. la gente echa su mierda encima de otros para sentirse mejor, pero no se les debe consentir, asíque repitelo las veces que haga falta, a la mierda todo. pero que no ahoguen con su mierda tu fortaleza, que no te hagan dudar.
    ánimo. y cierto, mejor fuera que dentro hirviendo y reconcentrándose.

    ResponderEliminar
  6. ahora sí que te veo mal… Aunque ya pude oler algo de ese malestar el pasado sábado.
    Piensa que ya no eres una niña, que tienes tu vida, y que puedes elegir dónde y cuándo toca tener un rato de relax. Y si es delante del ordenador no importa.
    Sé fuerte, tú lo vales.

    ResponderEliminar
  7. Desahógate todo lo que quieras por aquí, porque hay veces que no se puede hacer en otro sitio porque no arregla nada y no es la solución, hay gente que no atiende a razones (que no sean las suyas) y no hace nada por comprender los sentimientos de los demás.

    Vaya faena que eso te estropee tus ratos de asueto … porque con los poquitos que tenemos!!

    Ánimo Pilix

    ResponderEliminar
  8. Aterrizo aquí por primera vez, y te contaré una anécdota. Tengo un amigo que se dedicaba a jugar a la play station todo tiempo libre que tenía. Dice que su madre lo tenía amargado: Deja la dichosa maquinita, ¿te crees que te dará de comer? Lo bueno es hizo periodismo (siguió jugando a la maquinita en su tiempo libre) y ahora es director de una conocida revista de videojuegos…
    “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…”

    A lo mejor dentro poco te vemos a tí firmando libros en una librería…

    ResponderEliminar
  9. Me siento incomodo dentro de este mundo.
    Aparentemente tendriamos que estar disfrutando, a pesar de los tutes hogareños y solo noto esa sensación cuando multiplica sus visitas, sus paseos o sus estancias externas.
    Noto el marcaje, la erosión continuada que te ejerce momento a momento con cada cosa que merece tu ilusion y tu esfuerzo; sólo un comentario dejado en el aire para bombardear a tu merecido reconocimiento.
    De momento, guardare las distancias. Pero no quiero verte “asin”, quiero verte dia a dia esa sonrisa y brillo de ojos que me vuelven loco, quiero verte a ti y tu vales demasiado para que nadie te contamine. Incluso aunque se trate de ella.


    Atero.

    ResponderEliminar