Mis ''Yo'' no se coordinan...

Llevo una semana algo cabreada, no sabría decir bien con quién o quizás debiera reconocer que muy probablemente sea conmigo misma. Me siento como si estuviera eternamente sentada en una estación esperando un tren que nunca llega. Es una sensación extraña que me impide pensar con claridad; algo dentro de mí me dice una cosa pero la realidad se obstina en confirmarme lo contrario. Sería como si mi vida real y mi vida mental siguieran rutas en diagonal y como si yo, desde fuera, esperara que algún día esos caminos convergieran en el mismo punto.

Lo bueno de la situación es que reconozco exactamente dónde está el problema; lo malo del asunto es que la solución es complicada. Es como si me encontrara en esa estación de la que hablaba antes pero con un equipaje demasiado pesado como para decidirme a ir a pie, esa carga además es demasiado imprescindible como para desprenderme de ella así que sigo anclada en el andén esperando no sé qué; como Penélope, deshago los planes de mi vida y los vuelvo a rehacer en un absurdo intento de ganar un tiempo que no tengo.

En este desiquilibrio vital resisto, viendo como el problema y la solución son el mismo. Mientras el tiempo pasa más me acerca a la solución pero menos tiempo me queda para disfrutarlo.